Los históricos resultados conseguidos por el Gobierno del Paraguay, a través del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT), con Francisco Ruiz Díaz como presidente, en el ágil finiquito de títulos de propiedad de los sujetos de la Reforma Agraria con el método Barrido Predial Masivo, despertaron nuevamente la confianza de los beneficiarios en la gestión del ante agrario.
El Indert enfoca su accionar en la creación de las condiciones propicias para el arraigo y desarrollo rural en las Regiones Oriental y Occidental.
Para el próximo mes de mayo, la institución rural busca alcanzar el finiquito y entrega de un total de 4.000 títulos de propiedad para igual número de familias rurales, que significaría un auténtico récord en titulaciones, teniendo en cuenta que el promedio histórico era de sólo 927 al año.
La recuperación de la credibilidad de los colonos para con la institución durante la gestión de Francisco Ruiz Díaz incentivó a los mismos a ponerse al día en el pago de sus lotes, ya sea de forma personal o digital -modalidad en fase experimental-, que les permite agilizar trámites en el marco del programa de titulación masiva del Indert.
“Un gran equipo!, seguimos aumentando la titulación”, enfatizó el titular del ente agrario, al valorar los óptimos resultados obtenidos hasta el momento.
Nunca antes mujeres rurales fueron priorizadas en la titulación de sus tierras, gracias al interés 0% en el financiamiento de sus lotes; y la reducción para los titulares varones del 12 % al 4 %.
La seguridad jurídica de la tenencia de la tierra permite el desarrollo integral en el campo; a los colonos y productores, acceder a créditos e iniciarse y acrecentar inversiones y proyectos productivos que apuntan a la comercialización a gran escala, en trabajo conjunto con todos los sectores.
Trabajo coordinado que genera resultado
Al igual que beneficiarios, altas autoridades nacionales y locales destacan la buena predisposición y gestiones de Ruiz Díaz en busca de la regularización de tierras para el arraigo y desarrollo de los colonos, estableciendo mesas de trabajo y diálogo tanto en la sede central del Indert, como en el campo, adentrándose a los lugares más recónditos y olvidados del país, a fin de desempolvar expedientes y agilizar la solución de los casos más emblemáticos que atañen a los sujetos de la Reforma Agraria.
