Más de 10 mil títulos fueron entregados en menos de dos años de Gobierno
Luego de largos años como ocupantes precarios, miles de familias campesinas de diferentes departamentos de nuestro país cumplen el sueño de la tierra propia.Atrás quedaron los días de incertidumbre y la desesperanza. Viven una nueva etapa con seguridad jurídica y valoran que la titulación de tierras se constituya en prioridad en las políticas públicas del actual Gobierno del presidente Santiago Peña.
"Con la entrega de los títulos de propiedad, brindamos seguridad jurídica y una nueva vida a las familias campesinas", resaltó el presidente del INDERT, Prof. Econ. Francisco Ruiz Díaz.
"Superamos los tiempos de incertidumbre y abandono en el campo, gracias a la campaña de titulación masiva, emprendida durante la gestión del gobierno de Santiago Peña", señaló Luis Martínez Fernández, presidente de la Comisión de Fomento y Desarrollo San Miguel, de la colonia Ko'e Rory, de Juan E. O’Leary, Alto Paraná.
Por su parte, Ana María Verón de Figueredo, productora que se dedica a la ganadería y plantación de arroz, de la colonia San Fernando, del distrito de Santa María, Misiones, dijo que "el título es un reaseguro familiar, porque brinda tranquilidad y abre nuevas oportunidades para el crecimiento de los productores y la comunidad".
Familias campesinas destacan agilidad y bajo costo en trámites de titulación
Juan Kulman, beneficiario de Misiones, señaló que luego de 24 años logra acceder a su título de propiedad y se nota un cambio positivo en el Indert en la agilidad en los trámites y el bajo costo en la titulación.
Recientemente, una verdadera fiesta comunitaria se vivió en el acto de entrega de títulos en la colonia Ko'e Rory, de Juan E. O'Leary. Después de 30 años de espera, las familias lograron hacer realidad el sueño de la tierra propia al completarse la entrega de 250 títulos de propiedad como parte de la reforma agraria.
Los beneficiarios festejaron la conquista en el acceso a la formalización de sus tierras, al pasar de ocupantes precarios a propietarios de sus lotes, luego de tres décadas de espera.