Juana Maribel Ibarra es una feliz beneficiaria del INDERT, con el título de propiedad de su lote de 11 hectáreas, en Maracaná, departamento de Canindeyú, es una de las miles de mujeres flamantes propietarias que cambian la historia de sus vidas y la de sus familias.
El presidente del INDERT, profesor economista Francisco Ruiz Díaz, resaltó el valor del título de propiedad y a modo de ejemplo mencionó el valor de mercado del título entregado a la beneficiaria, Juana Maribel Ibarra, por una propiedad de 11 hectáreas, que asciende a 1.056 millones de guaraníes, tomando como referencia el precio de los lotes en la zona rural de Maracaná, donde el INDERT llevó 100 títulos días atrás.
La beneficiaria destacó que “el descuento en la tasa de interés, que permite acceder al título, además de tener salud, nos convierte en una persona que deja de ser pobre”.
El titular del INDERT expresó, parafraseando al renombrado economista peruano, Hernando de Soto, que los países no son pobres, sólo que sus activos no están contabilizados y expresó que lo mismo pasa en el campo, en Paraguay, que, por falta de la titulación de tierra, los campesinos son pobres y que al contar con él les cambia la vida.
Ruiz Díaz señaló que un campesino sin título de propiedad no accede a un crédito, o si accede lo hace en condiciones muy desventajosas, que no le permite crecer y ni desarrollarse, mientras que, al tener un título de propiedad, puede tomar un crédito para invertir en infraestructura, sistema de riego e implementos que les permite asegurar su producción.
Explicó que, por estos motivos, el Gobierno del presidente Santiago Peña y el vicepresidente Pedro Alliana, le da una prioridad absoluta a la titulación de tierras. Se ha convertido en una obsesión, porque realmente la titulación de tierras saca de la pobreza a los campesinos y de una forma rápida.